domingo, 31 de enero de 2010

El Aborto es Asesinato.- Autor: Alberto Ramírez Mozqueda

Saben que esa es la tristeza mas grande que le puede dar a un ángel que fue enviado por dios para cuidar de esa criatura desde el momento en que fue concebida, para que por ignorancia de la sociedad le arrebataran la vida a un bebe, a un hijo de dios, a un alma blanca e inocente.

Si matas a tu hijo abortando o haces que alguien aborte, recuerda que ya eres un asesino(a), solo Dios puede perdonarte, solo y solo si te arrepientes de corazón, si estas leyendo esto y piensas hacerlo desde ahora te digo que no habrá espacio para ti en el reino de los cielos.

Si fue un error de juventud o si fue una violación, o fue algo no deseado, No pero NO le quietes la vida que el bebe no tiene la culpa. Sabes bien que hay centros de adopción, donde frecuentan muchas parejas que no pueden tener hijos. Si no quieres tener un hijo y ya viene en camino, no le quietes el sueño a otros que en verdad lo quieren de corazón y no pueden. Dalo en adopción, es la mejor alternativa. Estoy seguro que Dios y sus ángeles prefieren sobre todas las cosas que des tu hijo en adopción antes de que le quites la vida. ¿Crees que naciste el día en que celebras tu cumpleaños? Para la sociedad si, pero para Dios y los ángeles tu nacistes el día en que te concibieron, dale la oportunidad de nacer, de ser libre, por favor no lo mates.



MIREN ESTE VIDEO Y DIGAN SI NO ES ASESINATO

Definición: VERDADERO HOMBRE


Esta frase que parece tan básica esconde uno de los más grandes secretos para tener éxito con las mujeres. Solo hay que saber descifrarlo.

Y para hacerlo debemos ir al significado profundo de la palabra “hombre”.

Según el diccionario “hombre” significa “Ser racional perteneciente al género humano. Criatura racional del sexo masculino.

Ok…ese es el significado “literal” de la palabra. Pero profundicemos un poco:

Un travesti es un hombre.
¿Se enamoran habitualmente las mujeres de los travestis?
No.

Un cobarde es un hombre.
¿Se enamoran habitualmente las mujeres de los cobardes?
No.

Entonces la definición “A las mujeres les gustan los hombres” no apunta al sentido literal de la palabra “hombre” como sustantivo sino como adjetivo.

Y como adjetivo, la palabra “hombre” define solamente a “cierto tipo de seres humanos de sexo masculino”.

Diferenciemos entonces el “sustantivo” hombre del “adjetivo” hombre, llamando a este último “verdadero hombre”.

El verdadero hombre no solo se diferencia del sexo femenino por tener pito.

El verdadero hombre tiene orgullo, dignidad y amor propio.
El verdadero hombre no se somete a humillaciones.
El verdadero hombre sabe decir “basta”.
El verdadero hombre no depende de nadie para vivir.
El verdadero hombre no suplica atención, no mendiga amor.
El verdadero hombre jamás es digno de lástima.
El verdadero hombre cuando cae se levanta y aunque herido, sigue adelante.
El verdadero hombre se fortalece con el sufrimiento.
El verdadero hombre confía en sí mismo.
El verdadero hombre sabe lo que vale y hace respetar ese precio.
El verdadero hombre no le quita la vista a la realidad por dolorosa que sea.
El verdadero hombre ama, pero no es esclavo de ese amor.
El verdadero hombre no permite que jueguen con él.
A cada uno de ustedes le cabe la definición de hombre como sustantivo.

¿Les cabe también la definición de hombre como adjetivo?

No importa…les tengo una buena noticia:

Los hombres “nacen”. Los verdaderos hombres “se hacen”.

La Fuerza de la Bondad



Ser bondadosos perfecciona el espíritu de una persona, porque sabe dar y darse sin miedos a verse defraudado, dando apoyo y entusiasmo a todos los que lo rodean. Muchas veces el concepto de bondad se confunde con el de debilidad, a nadie le gusta ser "el buenito" de la oficina, de quien todo el mundo se aprovecha. Sin embargo, Bondad es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus pasiones y sus arranques, para convertirlos en mansedumbre.

Supone una inclinación a hacer el bien, con una comprensión profunda de las personas y sus necesidades, siempre paciente y con ánimo equilibrado. Este valor desarrolla en cada persona la disposición para agradar y complacer, en su justa medida, a todas las personas en todo momento. Ahora podemos preguntarnos ¿En qué momentos nos alejamos de una actitud bondadosa? Esto se aprecia en aquellas actitudes agresivas, cuando adoptamos malos modales o formas de hablar un tanto soberbias utilizando palabras altisonantes, con la razón de nuestra parte o sin ella. También cuando adoptamos una actitud indiferente ante las preocupaciones o inquietudes que tienen los demás, juzgándolas de poca importancia o como producto de la falta de entendimiento y habilidad para resolver problemas. ¡Qué equivocados estamos al considerarnos superiores! Al hacerlo, nos convertimos en seres realmente incapaces de escuchar con interés y tratar con amabilidad a todos los que acuden a nosotros buscando un consejo o una solución.

De manera equivocada, nuestro ego puede regocijarse cuando alguien comete un error a pesar de las advertencias, casi saboreando aquellas palabras de: “no quiero decir te lo dije, pero .... te lo dije!” empecinados en poner “el dedo en la llaga”, insistiendo en demostrar la sabiduría de nuestros consejos.... estas actitudes están de más, porque la persona que cometió el error, ya tiene suficiente con haberlo reconocido y quizá en ese momento esta afrontando las consecuencias.

La bondad no busca las causas sino que comprende las circunstancias que han puesto a esa persona en la situación actual, sin esperar explicaciones ni justificación, procurando encontrar los medios para que no ocurra nuevamente. A su vez, tiene tendencia a ver lo bueno de los demás, no por haberlo comprobado, sino porque evita tener “prejuicios” con respecto a las actitudes de los demás, es capaz de "sentir" de alguna manera lo que otros sienten, haciéndose solidario al ofrecer soluciones.

Debemos aclarar algunas cuestiones antes de proseguir: una persona con el ánimo de "exaltar" su bondad, puede destacar constantemente "lo bueno que ha sido", "todo lo que ha hecho por su familia", "cuánto se ha preocupado por los demás", eso no es ser bondadoso. Al tomar este tipo de actitudes corremos el peligro de volvernos egoístas, la bondad es generosidad, no esperar nada a cambio. No necesitamos hacer propaganda de nuestra bondad, porque entonces pierde su valor y su esencia. El hacernos pasar por incomprendidos a costa de mostrar lo malos e injustos que son los demás, denota un gran egoísmo. Debemos entender que la bondad no tiene medida, es desinteresada, por lo que jamás espera retribución. Nuestro actuar debe ir acompañado de un verdadero deseo de servir, evitando hacer las cosas para quedar bien... para que se hable bien de nosotros.

Pero tampoco ser bondadoso implica ser blando, condescendiente con las injusticias o indiferente ante la conducta de los que nos rodean. Por el contrario, el bondadoso es una persona que continua siendo enérgica y exigente sin dejar de ser comprensiva y amable. Del mismo modo, jamás responde con insultos y desprecio ante quienes así lo tratan, por el dominio que tiene sobre su persona, procura comportarse educadamente a pesar del ambiente adverso.

El valor de la bondad resulta más que un simple ofrecimiento de cosas materiales a aquellas personas que se encuentran viviendo en condiciones precarias. Para fomentar este valor en nuestra vida podemos considerar que debemos:

 Sonreír siempre.
 Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y positivo de las personas y circunstancias Tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran: con amabilidad, educación y respeto.
 Corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros.
 Ante la necesidad de llamar fuertemente la atención (a los hijos, un subalterno, etc.), hacer a un lado el disgusto, la molestia y el deseo de hacer sentir mal al interesado: buscar con nuestra actitud su mejora y aprendizaje.
 Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que están enfermos, los que sufren un fracaso económico o aquellos que se ven afectados en sus relaciones familiares.
 Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea con trabajo o económicamente.
 Servir desinteresadamente.

Como al principio manifestamos, la bondad perfecciona a la persona que lo asume como un valor importante en su vida, porque sus palabras están llenas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación amable y sencilla; da sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tiene la capacidad de comprender y ayudar a los demás olvidándose de sí mismo.